jueves, 30 de junio de 2011

sobre la organización de las asambleas

De entre tantos retos que tenemos por delante, el primero de todos es organizarnos mejor, es decir organizar el movimiento asambleario sin perder ni la horizontalidad ni la ausencia de liderazgos. Aunque no es la parte más jugosa del pastel, empecemos por los sistemas de organización para aclararnos y luego profundizarmos en los contenidos y las formas.

Actualmente, de forma "natural", se han segregado dos centros, Madrid y Barcelona, que están funcionando en la práctica como ejes radiales del movimiento. Y lo cierto es que ni es ni debe ser así. Madrid deberá representar a los ciudadanos de Madrid, y Barna a los suyos (ni siquiera a Cataluña, puesto que no es una comunidad autónoma uniprovincial como Madrid), en pie de igualdad con las demás.

Si damos por buena la distribución administrativa actual del Estado, con la que estoy de acuerdo, lo suyo sería que hubiera una Asamblea de Andalucía, una Asamblea de Extremadura..., y así hasta diecisiete más dos ciudades autónomas. Que yo propongo que confluyan en una Asamblea Estatal (en adelante, AE), tan solo para los casos de propuestas o acciones de ese ámbito.

Por ponerlo fácil, podré un ejemplo con melones: lo que yo propongo es que los melones de Rota nos coordinemos con los del Puerto, Sanlúcar, Puerto Real, Chipiona, Cádiz capital... en una Asamblea Gaditana. Melones gaditanos unidos. Que lo mismo hagan en el resto de las provincias andaluzas y tanto melón junto, formen el melonar de la AAndaluza, que, esa sí, coordinará en pie de igualdad con las del resto de las CCAA en una Asamblea Estatal.

¿Voy bien? Pues ahora, al meollo, que son los contenidos y las formas.

Partiendo de la base que cada asamblea es autónoma e independiente, solo pueden existir dos géneros de contenidos a compartir por las asambleas, que son la información y las propuestas locales referidas a un ámbito superior (aquellas que afecten a la provincia, a la CCAA o al Estado). Entre muchos paréntesis, la verdad es que existe otro género de coordinación, la que se da entre las comisiones de trabajo específicas de las distintas asambleas, pero de eso hablaremos otro día. Prosigamos con los dos tipos de contenidos que es aceptable que intercambien las asambleas. La información, que mejora cada día, está asegurada (+ o -) por la red cibernética que se ha creado y, en su momento, por la eficiente evolución de la red n-1. Por ella fluyen ya ahora mismo miles de comunicaciones de unos para todos y de unos para otros. Debería crecer y multiplicarse para conseguir que esas posibilidades de intercambio de información fueran mejores y plenamente generales (es decir, que estén en red todas las Asambleas Locales), y me consta que hay gente trabajando duramente en ello. Así que, en resumen, el intercambio de información entre Asambleas Locales (en adelante, ALs) debe seguir basándose en el desarrollo de las metodologías existentes, que ya son plenamente horizontales al no ser radiales.

Quedan, pues, las propuestas de ámbito superior emanadas de las ALs. ¿Qué hacemos en Rota si se nos ocurre que todas las asambleas de Cádiz deberíamos elaborar juntas una posición común frente, (por ejemplo) al brutal incremento del cáncer en nuestra provincia? A mi entender, deberíamos primero comunicarnos con los demás melones de la provincia y plantearles el tema por los canales ordinarios, que habría que perfeccionar, para que cada AL lo discuta y elabore y desarrolle, a partir del texto base consensuado que Rota les remitió. ¿Que no les interesa a la mayoría?, se acabó la propuesta, muerta del propio cáncer. ¿Que sí les interesa? Ahí está el quid de la cuestión. ¿Cómo coordinar esa posición común? Lo que propongo es que, tras las discusiones en las ALs en la que se alcancen unas conclusiones y se propongan unas acciones, debería convocarse y reunirse la Asamblea Gaditana en la que X delegados (yo planteo un mínimo de 3) de cada una se encarguen de poner en claro y explicar a las demás, si hace falta, las decisiones y propuestas a la que su Asamblea ha llegado respecto al tema, buscando en conjunto con los demás la manera de alcanzar consensos concretos (en conceptos y acciones) de cara a conformar con ellas una propuesta gaditana que represente fielmente las posiciones de las AL allí representadas. No insistiré en que los delegados no son más que una herramienta ni en que deben acordar las formas de alcanzar decisiones colectivas (mayoría simple, consenso, mayoría previamente acordada...) porque es de cajón. Igual que, tras confirmar el acta de lo hablado y decidido, ésta deberá ser aprobada de nuevo en cada AL para seguir adelante.

Pero, ¿y si la propuesta fuera de ámbito autonómico o nacional? El primer paso sería el mismo. Melones gaditanos. Si consensúan una posición, ¿quién la lleva a la AAndaluza? Ahí es donde, para cada caso concreto, la AG debería nombrar, de entre los presentes, al menos 9 (3x3) delegados encargados de acudir a desarrollar su propuesta a la AA (ojo, elegidos en la propia AG por los criterios de idoneidad y empatía con el sentir general respecto al tema que se haya tratado y sin respetar para nada que tengan que ser del mismo pueblo). Si el ámbito fuera estatal y hubiera consenso en la Andaluza, a la AE deberían ir (yo dixit) al menos 27 (9x3) delegados que podrían representar en su delegación toda la riqueza de matices (en su caso) del acuerdo alcanzado. Nunca deberían ser, lo doy por hecho, las mismas personas las delegadas por cada AL para cada propuesta concreta. Está claro que los factores de representatividad (x3, x2, x4...) podrían siempre revisarse en función de la operatividad o la eficacia, y también de la importancia del tema propuesto, posiblemente.

Lo importante es discernir que la organización actual está coja al ser radial y no igualitaria y valorar si esta propuesta contribuye a organizarnos mejor o no.

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